Bodega Atamisque se encuentra en un predio que contiene un área considerable de vegetación nativa que promueve el progreso económico, social y cultural de nuestra región a través del respeto de nuestro ecosistema y la calidad del medio ambiente.
Se contribuye a generar un corredor ecológico entre áreas naturales de la zona.
Son esas prácticas sustentables, por medio de tratamiento y uso consciente del agua lo que contribuye a mejorar la relación con el medio ambiente. Toda la bodega apunta a desarrollar sus actividades dentro de un marco de sustentabilidad y sostenibilidad que aseguren nuestra permanencia en el tiempo. Para ello la bodega ha implementado un cronograma de mejora continua en el medio ambiente con los esfuerzos e inversiones que ello trae aparejado.
Además, los senderos de vegetación natural alrededor de la bodega, con identificación de la flora autóctona, es irrigado por los efluentes de la planta de tratamiento que nos permite desarrollar un turismo que hemos dado a llamar “EcoEnológico”, en donde el turista se involucra no solamente en el aprendizaje del proceso de vinificación sino también en la apreciación de nuestra flora nativa y el cuidado del medio ambiente.
Y todo se trabaja con instituciones educativas y en particular con la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Mendoza, para transmitir a las próximas generaciones la importancia y la relevancia de estas temáticas y acciones en nuestro medio ambiente.
Bodega Atamisque se encuentra en un predio que contiene un área considerable de vegetación nativa
que promueve el progreso económico, social y cultural de nuestra región
a través del respeto de nuestro ecosistema y la calidad del medio ambiente.
Se contribuye a generar un corredor ecológico entre áreas naturales de la zona.
Son esas prácticas sustentables, por medio de tratamiento y uso consciente del agua
lo que contribuye a mejorar la relación con el medio ambiente.
Toda la bodega apunta a desarrollar sus actividades dentro de un marco de sustentabilidad
y sostenibilidad que aseguren nuestra permanencia en el tiempo.
Para ello la bodega ha implementado un cronograma de mejora continua
en el medio ambiente con los esfuerzos e inversiones que ello trae aparejado.
Además, los senderos de vegetación natural alrededor de la bodega, con identificación de la flora autóctona, es irrigado por los efluentes de la planta de tratamiento que nos permite desarrollar un turismo que hemos dado a llamar “EcoEnológico”, en donde el turista se involucra
no solamente en el aprendizaje del proceso de vinificación sino también en la apreciación de nuestra flora nativa y el cuidado del medio ambiente.
Y todo se trabaja con instituciones educativas y en particular con la Dirección General de Escuelas
de la Provincia de Mendoza, para transmitir a las próximas generaciones la importancia
y la relevancia de estas temáticas y acciones en nuestro medio ambiente.